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Haití sigue enfrentándose a una crisis humanitaria que se agrava, con índices alarmantes de violencia de bandas armadas que amenazan la vida y el bienestar de los haitianos, obligando a más personas a huir de sus hogares. Incluso antes de que la crisis actual se intensificara, Haití, clasificado por el Banco Mundial como el país más empobrecido de América Latina y el Caribe, luchaba ya contra grandes desafíos económicos que impactaban profundamente en la vida cotidiana de su población.
Situación actual de Haití
Haití se enfrenta a una crisis de largo recorrido, exacerbada por la violencia generalizada de las pandillas, desde el 29 de febrero de 2024. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, expresó hace unos días su grave preocupación por el último incremento de la violencia en Puerto Príncipe a la vez que una coalición de bandas lucha por el control total de la capital de Haití, Puerto Príncipe.
Hasta 5,5 millones de personas, incluidos 3 millones de niños y niñas, necesitan ayuda humanitaria con urgencia. El país, que ya se enfrentaba a la inestabilidad política y a una epidemia de cólera, está experimentando ahora una grave escasez de alimentos y el acceso limitado a servicios básicos.
El deterioro de la situación de seguridad ha provocado un fuerte aumento de la violencia contra las poblaciones más vulnerables de Haití, como son la infancia y las mujeres.
Reclutamiento de niños por grupos armados
Según las últimas estimaciones, los niños representan ahora hasta la mitad de los miembros de los grupos armados, cuyo reclutamiento se ve impulsado por la pobreza generalizada, la falta de educación y el colapso de los servicios esenciales.
El número de niños reclutados por grupos armados en Haití ha aumentado un 70% en el último año, según ha informado el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Este aumento sin precedentes revela también el alarmante deterioro de la protección de la infancia en medio de la escalada de violencia en el país caribeño.
La situación en la capital del país, Puerto Príncipe, es significativamente alarmante, con 1,2 millones de niños y niñas que viven bajo la amenaza constante de la violencia armada. Se calcula que el 25% de las más de 700.000 personas desplazadas internas son niños y niñas, que viven en condiciones terribles y expuestos a múltiples amenazas
Las mujeres haitianas soportan el aumento de la violencia
Las mujeres y las niñas son las más afectadas por la creciente violencia, ya que la actividad de las pandillas ha incrementado aún más la violencia de género.
Un nuevo informe de ONU Mujeres revela las terribles condiciones de vida y la falta de seguridad a las que se enfrentan unas 300.000 mujeres y niñas desplazadas que se refugian en campamentos que carecen de iluminación o de cerraduras en zonas clave como dormitorios y baños. Las violaciones también se utilizan en los campos como táctica para controlar su acceso a la ayuda humanitaria.
La Evaluación Rápida de Género de ONU Mujeres pone de relieve cómo los campamentos improvisados, que carecen de las necesidades básicas, las exponen a un riesgo especial de violencia sexual y de género.
Haití al borde de una crisis de hambre
El último informe de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (CIF), revela que en Haití al menos 6.000 personas, incluidas niñas y niños, se encuentran al borde de la hambruna. El informe también ha puesto de relieve que otros 2 millones de personas (el 18% de la población) se enfrentan a niveles críticos de inseguridad alimentaria aguda. Además, casi la mitad de la población (48%), más de 4,3 millones de personas, se enfrenta a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda.
Los efectos en la infancia y la adolescencia han sido especialmente graves, con tasas alarmantes de desnutrición aguda para la primera infancia.
Desplazamiento masivo: obligados a huir
Se calcula que existen 700.000 personas desplazadas internas en todo el país, siendo la mitad de ellas niños y niñas. Las debilidades estructurales persistentes han exacerbado la falta de servicios básicos esenciales, y los hospitales y los médicos se han convertido en objetivos de ataque, lo que ha provocado el desplazamiento forzado de miles de personas, muchas de las cuales abandonan progresivamente el país.
Esta tendencia va en aumento, ya que miles de personas tratan de reubicarse con familiares y amigos en comunidades rurales haitianas ya frágiles y en comunidades fronterizas muy vulnerables de la República Dominicana, país que desde el pasado mes de octubre ordenó deportaciones masivas, alegando el insuficiente apoyo de la comunidad internacional para estabilizar la seguridad en Haití. De acuerdo con los últimos datos de la DGM (Dirección General de Migración) del país, desde el 1 de octubre hasta el 15 de noviembre se ha deportado a 55.723 haitianos.
Haití necesita ayuda inmediata. Es necesario establecer un corredor humanitario seguro para garantizar que los servicios esenciales, como atención médica, alimentos y agua, sean accesibles para los niños, niñas, mujeres y resto de la población afectada por la violencia.
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